¡Buenos días! ¿Que tal va la semana? Hoy pondré rumbo a Madrid para así mañana estar en París a primera hora y contaros de que se trata este viaje por las redes sociales, ¡estoy super emocionada! Quiero tener todo bajo control y poder recopilar toda la información que pueda para así contaros todo más adelante.

Pero vamos al grano, el pasado domingo subiendo una foto a Instagram me di cuenta de que quizá muchas de vosotras no sepáis lo que es un cepillo facial, ni cuáles son sus beneficios, ni que hay opciones low-cost de este «gadget» de la belleza.

En 2013 es cuando llegan a nuestro país, y se venden como «la revolución de la limpieza facial» cautivando a dermatólogos, famosos, revistas de belleza y a youtubers. Según que cepillo facial escojas, la limpieza la efectúan con movimientos de rotación o simplemente vibración como es el caso del Clarisonic.

Os comento, yo tengo la piel seca y muy sensible, tengo principio de rosácea en las mejillas, y de vez en cuando me salen granitos por esa zona, por lo que tengo que tener mucho cuidado a la hora de limpiar el rostro. Este cepillo trae varios cabezales, entre ellos uno para el cuerpo, una piedra pómez y un cepillo facial para pieles sensibles, que es el que siempre utilizo. No puedo presionar mucho sobre el rostro, porque al tener la piel sensible, puedo dañarla, así que más bien la masajeo levemente con este jabón de caléndula de Kielhs todas las noches, y más tarde me echo aceite de rosa mosqueta.

Lo cierto es que desde que lo utilizo mi rostro ha mejorado bastante, sigo con mis brotes de rojeces, pero no tan exagerados. Hay que tener especial cuidado y cambiar el cabezal cuando veamos que ya está gastado, porque podría hacernos daño, pero por lo demás estoy encantada con la compra y lo recomiendo totalmente.

¿Conocíais los cepillos faciales? ¿Tenéis alguno o recomendáis alguno en concreto?

¡Muchos besos y nos leemos pronto!